miércoles, 15 de septiembre de 2010

Alors on dance

El mes de septiembre es como el de enero, lleno de buenas intenciones, de promesas, de cambios. El verano se ha ido de viaje con una promoción last minute low cost. El opio de la clase obrera. La democratización de la libertad. Preparad el paraguas, los mojitos a la luz de la luna acariciados por la brisa marina y las barbacoas a orillas de lagos cristalinos, aunque contaminados, han acabado. Over. Bienvenidos paso a paso y con buena letra al depresivo otoño.


Corticoles para todos. Polo nuevo, niqui impoluto para soportar las matutinas retenciones de acceso a los coles de pago. En Barcelona la zona alta es algo más que un indicativo topográfico. Muestrario de hordas de madres moldeadas a lo DIR a golpe de talonario del marido. Retoque aquí, retoque allá, maquíllate, maquíllate. La testosterona infantil fluye al salir de clase. ¿Y tú? ¿No piensas comprarte el último modelo nike-fueran buenas, la camiseta que no suda y el cronómetro, pulsómetro y brújula anal que controla el efecto Coriolis que pilla la mierda al caer por el retrete? No soy Robocop, eso lo dejo para los desalojos de los mossos.

La más moderna del barrio. Toca aprender, reciclarse, evadirse, apuntarse a cursos molones, casi regalados, culturales. Sirven para ligar. Gente nueva en vidas monocromáticas y apresuradas. Sushis y makis, los 8 pasos de Gardel, golpe de cadera tropical, el swing de la canción triste de Elm street. Si además usáis gafas de pasta, vestuario de colores estridentes, sois adictos al CCCB y vais con la etiqueta de indie por bandera, sólo os falta una bici para pertenecer al selecto club de los modernillos de Barcelona. Odiamos love of lesbian.

Si el otoño se presenta gris y estáis en plena crisis treintañera post-vacacional (repetid conmigo: quiero ser útil, sentirme útil, aprovechar el tiempo) podéis hacer 2 cosas para solventar el problema existencial:

1. Ocupar vuestro ínfimo tiempo libre a base de cursos que todavía os estresarán más. O, en su defecto, intentar cursar por enésima vez el máster del universo de vuestros sueños.

2. Coger aire, sonreír y pedir otra mediana


Ya lo dice Stromae con su canción, cuando no puedas más... Alors on dance.

4 comentarios:

  1. Me encanta lo de la brújula en el culo !!! De hecho yo llevo una introducida en el orto, para comprobar que no me entra ni un pelillo de gamba en el mismo, cada vez que entran por la puerta del negocio los inspecteurs of sanité apañola

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  2. ¿Es la voz de tu brújula la que dice "gracias cuerpo"? Sé que eres un modernillo, no lo niegues... algún día hablaré de las frikadas que uno es capaz de comprar por internete jejeje

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  3. Churro Mediamanga Tachenko16 de septiembre de 2010, 8:53

    Aunque me soga gustando Mc Hammer y Snap of course... Pues que sepas que el próximo veranito me voy a introducir la brújula anal 2.0 capaz de agradecer al susodicho body, en varias lenguas, dialectos y/o idiomas. Pa las compras inútiles internautas vía puja de ebay ansioso espero tú crònica negra..,,

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  4. Espero que lo diga en aranés: gracies còs!
    En cuanto explore un poco más el mundo friki de los compradores ebay me pongo a deletrear tonterías!!

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