domingo, 10 de octubre de 2010

Los sueños, sueños son

Mi mente racional hoy se tambalea.
Los teoremas no siempre sirven, la lógica no domina el mundo.
La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma.



Pocas veces sueño, pocas veces me acuerdo de lo que sueño. Es más, duemo como un tronco, o como una tronca, hablemos con propiedad. Es una pena, siempre me ha gustado eso de levantarte y mientras te tomas el café reflexionar sobre la paranoia surrealista que ha roto tu plácido descanso. Dicen que tienes que escribirlo aún con lagañas en los ojos. Dicen que si cenas como una cerda sueñas. Dicen que el sueño es reparador. Dicen que Freddy te mata durmiendo. Dicen que Freud sólo dormía para después poder autocomentar sus sueños. Dice Calderón que los sueños sueños son. Soñar despierto o dormido, ¿qué más da? Mucho.

Nunca sueño, nunca me acuerdo. Esta noche he soñado que estaba en Sao Tomé con mis amigos africanos. No hacía nada en especial, sólo estaba allí. La musica omnipresente en las calles ambientaba el sueño. El rumor del mar estaba de fondo, el olor a calor húmeda me empapaba. Estaban todos allí, sin más, sólo estaban. No recuerdo los detalles, sólo sé que estaba allí.

A pesar de estar de puente he mirado el correo esta mañana. Creo que es un tic, un vicio autoasumido de éste nuestro mundo moderno. Tienes un e-mail. Hay amigos que escriben poco, hay amigos de los que sabes de uvas a peras, o a manzanas, pero están allí. No hace falta verse cada día, están como si fuerea ayer. Supongo que depende de la intensidad de lo que vives con ellos. Ni puta idea, elucubraciones. Hoy un saotomense me ha enviado un mail. Abade morreu era el título. Abade, mi novio en tiempos de cooperante internacional, de trabajo de campo para el doctorado, ese amor imposible culturalmente, ése que dejé un día porque el amor como todo se acaba, ése se ha piñado con la moto.

La tristeza se ve superada por la casualidad. Yo que nunca sueño. Conexiones dicen, la casualidad no existe, nos la creemos para justificar lo injustificable, porque necesitamos explicarlo, comprenderlo, deducirlo todo. Maldito Descartes y su lógica racional. ¿Qué coño hago yo soñando con el pavo que se acaba de matar con la moto? Pajas mentales a mansalva. A veces buscamos y no encontramos respuesta. Le preguntaré a la pitonisa Lola, o seguiré soñando a lo John Lenon. Al fin y al cabo sin sueños nos morimos, y con ellos también.

Creo que si sueño con alguno de vosotros lo primero que haré es llamar. Pillad el móvil, aunque sean las 4 de la mañana. Hasta entonces, sweet dreams my friends. Yo seguiré intentando descifrar el enigma, o me comeré mi racionalismo con patatas, vuelta y vuelta.

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