jueves, 11 de febrero de 2010

Ese toro de Roquetes enamorado de la luna

No lo voy a hacer. No.No voy a hablar de la noche más fría del año. No.
Estoy hasta la coronilla (no confundir con coronita) de hablar de todo y de nada, o sea, del tiempo que hace. Cuando hace calor porque hace calor, si hace frío que llegue la primavera, si llueve malo, si no, peor, traemos agua en barco. Hablar por hablar es un mal hábito demasiado extendido. Mirad Sálvame Deluxe y veréis que no todas las palabras son sabias. En fin que hoy par mi el protagonista es el folklore de les Terres de l'Ebre.



Hace unos meses llegó al Parlament lo que se llama una iniciativa legislativa popular para prohibir las corridas de toros en Catalunya. Vaya, que mogollón de gente firmó un papelito, los metieron todos en cajas y la tele las acompañó al registro para que nuestros parlamentarios decidan si José Tomás, el héroe de Barcelona, el torero del pueblo, puede volver a torear en la Monumental.

Drama: els correbous, els envolats y toda las variantes de encierros y tajas alrededor de la figura taurina. Vaya, los votos de las Terres de l'Ebre. Hoy el Parlament impulsa una Ley para proteger los "correbous", o sea, que fijará los requisitos que deben cumplir y regula su desarrollo con el fin de garantizar los intereses y seguridad del público, así como la protección de los animales por supuesto. Ejem, ejem, ejem.

Y es que no debe ser fácil para un partido prohibir corridas (de toros), y que uno de sus feudos nacionalistas eche el santo al cielo, por eso queridos niños vamos a proteger los encierros. Y es que como dijo algún sabio: a falta de pan buenas son... no te quites el sayo.

Os voy a explicar por qué correbous.si y corridas.no:

1. Ambos son cultura popular: los primeros de la calle; los segundos del partido de la gaviota. Como lo popular es lo del pueblo, me quedo con los bous, son gratis y de todos, no sólo de los Rivera, Ordoñez, Carrasco, Dominguín, Ubrique y demás estirpes toreras. Y es que ya lo ha dicho el alcalde de l'Ampolla "en mi pueblo decimos que sin vaquillas no hay fiesta y sin fiesta no hay pueblo". Bous 1 - Corridas 0.

2. Ambos son arte: que no te pille la vaquilla con 15 calimochos entre pecho y espalda para unos; sacar pelvis, marcar paquete y flirtear con la muerte para otros. Tengo que reconocer que ver esos trajes de luces, manchados de sangre, sucios de sudor, con esos leggins de colores y esa entrepierna que se intuye libre y suelta es razón suficiente para dar un punto al equipo de los chicos. Uf, voy a beber agua, me ha entrado calor. Incluso popes de la gauche barcelonesa como Serrat fueron a ver a José Tomás. Amigos, está de moda. Bous 1 - Corridas 1.

3. Ambos son fiesta: mayor en un caso; de feria en el otro. La fiesta, según el libro de estilo del sábado noche, debe ser pacífica, buenrollera, con alguna que otra copichuela, con ligoteo, toreo femenino, media verónica incluida, y posible estocada masculina, varias si os apetece llevaros las orejas y el rabo a casa. Pero sin muerte. Si teneis novio, no le gustará que a los toros vayáis con minifalda. Bous 2 - Corridas 1.

4. Ambos son tradición: la tauromaquia dicen que existe desde la Edad de Bronce, pero las corridas con la realeza como protagonista son medievales-feudales. Como sólo lidiaban los nobles el pueblo hizo su remake y se inventó las diferentes variantes populares: bous, embolats, capeas, encierros, concursos de recortes y un largo etcétera dentro de la geografia española. Vaya, que mientras el pueblo adapta tradiciones, la nobleza se empeña con su integrismo. Sin embargo, como soy yo muy tradicional, fan de la Faraona (si me quereis, irsennn) y considero que la más grande de España es mi Rocio (yo, te amo con la fuerza de los mares yo), tras la prórroga daremos aquí un punto a cada equipo. Bous 3 - Corridas 2.

Pues ale, que se queden los bous, paella, tinto y barra libre de mandarinas para todos. Eso si, si eres verde amigo dedícate a vender maiz, como el gigante, los toros no son tus amiguitos y te parecerá una fiesta de descerebrados que se divierten viendo sufrir a los toritos enamorados de la luna.

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