jueves, 30 de diciembre de 2010

Mañana

Mañana llega el "home dels nassos". Un hombre que tiene tantas narices como días tiene el año. Dicho en otras palabras: con mucho morro. Si has sido un niño malo te mete en el saco y te pierdes el fiestón de nochevieja. Si has sido bueno te paga una Miau 5 estrellas. No, no estoy hablando de la nariz de Belén.



Mañana también es la San Silvestre, en honor al gato que durante décadas intentó perseguir a Piolín sin éxito. Algunos se pondrán a correr para acabar el año con salud, y no con problemas estomacales derivados de la ingesta excesiva de productos altos en colesterol. Yo me preparo para que me hagan al horno, manzana en la boca incluida.

Mañana es Nochevieja, como si el día 1 todos estuviéramos como nuevos. Como si la sabiduría que nos da un año más evitara el tropiezo continuado con la misma piedra en el camino, la que nos enseñó que nuestro destino era rodar y rodar, a ritmo de corrido mejicano, entiéndase. Justo después es año nuevo, como si fuéramos aves fénix que renacen de sus cenizas cada 1 de enero. Con mi renacimiento no contéis hasta el día 3, mi madera es de las que hacen poca brasa. Tampoco tengo las lágrimas del Fénix, no el del equipo A, el ave, no el tren, el pájaro. Vaya, que si lloro no lo curo todo, aún siendo doctora.

Mañana me pondré bragas rojas. Me las trajo Papa Noel, supongo que cansado de duendecillos orejudos y poco atractivos. Ahora se tira al culto al cuerpo y sólo pide azafatas buenorras. Si queréis repartir regalos en trineo, apuntarse en el INEM. no hay nada más antilividoso que unos calzonillos rojos. Sacadlos rápido y cerrad los ojos.

Mañana me beberé el cava (catalán, como no) con toda la bisutería de plata que haga falta dentro, de la buena, no de la que caga la gata. Dicen que trae suerte, yo de eso pido 2 tazas, como el caldo en días de resaca.

Mañana nos pelearemos por el canal de TV en el que seguir las campanadas, como si el ritmo fuera diferente según las variantes geográficas. Intuyo que, en esto, seremos clasicones, la 1 y desde la puerta del Sol. Ese Km.0, para ese año 0, para esa década 0, porque señores, este año si, cambiamos de década.

Mañana espero que los tíos se afeiten, tanto beso y tanta felicidad con barba de 3 días me irrita las mejillas y paso de parecerme a Heidi a convertirme en la manzana envenenada de Blancanieves, mala hostia incluida. Vaya, que no necesitaré bragas rojas.

Mañana, cada vez que pienso en él me parece más y más lejano y luego va el jodido y se convierte en el Ayer, lleno de anécdotas, de lagunas mentales, de litros de vino, cava y ron-cola y de secretos confesados a la luz del sexto gintonic.
Ay, Mañana, espero que el ayer recuerde hasta el último trago...

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