La sardina enterrada

¿Habéis enterrado ya la sardina?
Rápido, antes de que se descomponga y los del CSI puedan encontrar al culpable del asesinato!



No es por ser malrollera, pero tengo que recordar que hoy la fe cristiana entra en abstinencia total y absoluta de carne. Si amigos, a estos les dió por marcarse un periodo de bondad, eliminación de excesos y vida monacal; una operación bikini antes de hora para estar listos para el domingo de resurrección. 40 días con sus 40 noches.

40, ¿será un número mágico? 40 ladrones y Alí Baba, 40 de mayo y su sayo, 40 principales, crisis de los 40... ¿será que los 40 son mejor que los 30? igual somos más felices y tenemos más cosas que nos llenan, pero seguro que salimos y follamos menos. O no. En fin, a lo que iba...

Ante este período sombrío que se nos viene encima tenéis varias estrategias:
1. La Rita: dejar la carne y pasarse al "pescado". Así podreis seguir comiendo lo que se precise comer pero el Papa no se cabreará y os tratará de pecadores de la pradera. Lo malo es que se confunde un buen bistec vuelta y vuelta con ciertas partes de la anatomía, y no precisamente de la de Grey.

2. La vegeta: dejar la carne y el pescado definitivamente y cultivar con azada y abonos naturales cuerpo y mente. Ser vegetariano es cuestión de principios y de finales, aunque por el camino te dejes algún que otro bacalao al pil-pil.

3. La eco: ni carne, ni pescado, ni huevos para comer otra cosa que no sea verde. Aunque los veganos no sean socios de Greenpeace luchan contra el maltrato animal como el más binladen de los ecoconvencidos.

4. La atea: yo, lo que me den y por dónde me lo den (y si se puede repetir, mejor). Amigos, ya tenemos una edad y unos cuantos siglos de cuentos chinos. El inicio del periodo de abstinencia sólo es una excusa para disfrazarse, sambear y consumir cantidades ingentes de alcohol.

En Rio, en Venecia, en Sitges o en el pueblo, disfrazados, haciendo el pena, conscientes, sambeando, ligoteando, cantando, consumiendo, bronceando, empatizando, con o sin máscara. La vida es un carnaval todo el añoy hay que vivirla con alegria. Lo decía una de las grandes: Celia Cruz. Assssúcarrrr.